CUARTO MILENIO

Los que seáis de Madrid, tal vez os acordéis de uno de los primeros Pubs temáticos que hubo.
La Niña del Exorcista, se llamaba.
Para mi escarnio, yo curraba allí, haciendo espectáculos de terror y magia, los fines de semana.
Y allí fue cuando conocí a Jimenez del Oso.
Creo recordar que por aquel entonces el de las barbas dirigía la revista "Mas Allá". Todo el lío vino porque uno de sus acólitos se enteró de las pájaras que liábamos en el garito y contactó conmigo para que le preparáramos alguna putada al Maestro.

Y digo Maestro porque, pese a lo que podáis pensar los que ya conocéis mis incursiones de guerrilla en #cuartomilenio, a mi Jimenez del Oso siempre me ha parecido un puto Maestro.

Al igual que me parece un Maestro, Iker Jimenez, Carmen Porter (Pese a sus modelitos), Santiago Camacho, Javier Perez Campos... Y en fin, el 99% de los colaboradores del mencionado programa. Con super mención especial a mi adorada Clara Tahoces, por supuesto.

Y me lo parecen porque, pese a todo lo que digamos, hagamos y tuiteemos, ellos siguen ahí, creyendo firmemente en lo que hacen, manteniendo su Fé en en si mismos, y defendiéndolo a capa y espada. Y eso, señores, en una época en la que el periodismo se debate entre la incapaz que se la chupa a no se que capitán de un equipo de fútbol y los mocasines del otro gay que presenta Sálvame, es algo que, que cojones, me enternece.

Así que, por mucho que les vacile, les respeto mucho mas que a cualquier vendido periodístico. Porque son honestos consigo mismos. E íntegros. Y eso me pone.

De hecho, el otro día me cabreé de verdad cuando Iker dejó tirado a Javi en la casa de Vallecas, al pobre, a merced de vete tu a saber que cosas pululan por ahí. Y estaba dispuesto a ir a llevarle un whiskazo y una tortilla de patatas (Algo muy de pueblo, si, pero estaba en Vallecas, joder, no en el Palacio de Linares). Pero... Oh sorpresa! Resulta que el amigo Javier P. Campos, nos envío un Tuist diciendo que no nos preocupáramos, que estaba bien. Eso, amigos, es tener cojones.
Veréis, enfrentarse a un fantasma es algo, bueno, digamos que todos hemos tenido jefes peores. Pero el hecho de estar leyendo a una panda de cabestros (Entre los que orgullosamente me incluyo), riéndose de lo paranormal, y tener el valor de responder, siguiendo la broma, y hacernos saber que estaba bien... Joder! Eso, señores y señoras, es ser un periodista como la copa de un pino y, lo mas importante, un jodido caballero.

Además, estimados lectores... Debemos agradecerles una cosa que se os ha escapado por completo... Es el único Hastagh que nos une un poco mas que los demás. No me preguntéis por qué, pero es así. Me da la impresión de que "Nod dedulta mad divedtido" de lo que creemos escuhar a "Dantiago Camadho", y que, por mucha gracia que nos haga, el cabrón de Barbas Siniestras nos impone bastante.

Sabéis lo que hacían nuestros antepasados cuando afuera llovía, y los demonios parecían apoderarse de la noche? Se reunían alrededor de la hoguera, y, entre chanzas y canciones, alejaban a los malos espíritus.
Y, os cuento un secreto? Creo que Cuarto Milenio es nuestra hoguera, y que, en definitiva, nos reunimos para ahuyentar esas sombras que pueblan los pasillos los Domingos de madrugada.

Así que, aunque dudo que ninguno de vosotros, tripulantes de la Nave del Misterio, leáis esto en vuestra vida, que sepáis que os respeto.

Y creerme, ganarse mi respeto es algo muy, muy jodido.




P.S: He excluido a Javier Sierra porque es que me duerme, os lo juro, es verlo e imaginar un Valium en la pantalla diciendo: "Ahora, cuando cuente 3, vas a a caer en un profundo sopor". Me cae bien, pero sigue pareciéndome el Lunni de Cuarto Milenio. El Casimiro de la Nave del Mistero, La Familia Telerín de las Teleplastias....



"Para que quiero ser real, sí ya soy una leyenda?"